Como todos sabemos existen numerosos materiales de construcción que se pueden emplear para construir suelos.
De decidir esto en parte se encargará la arquitectura, que estudia qué materiales pueden encajar mejor para construir, con determinados fines a nivel arquitectónico, diferentes construcciones y edificios.
En este artículo hablamos de las piedras naturales y de su aplicación en suelos. Es bien sabido que en la corteza terrestre se forman diversos materiales sólidos los cuales, principalmente, son todos de origen mineral.
Podemos tener suelos de mármol o de granito con un tratamiento en pulido, o suelos apomazados provenientes de piedras calizas. O bien tratamientos de flameado como los que surge de las piedras de granito o de raspado como sucede con las areniscas.
Del mismo modo podemos tener también suelos abujardados. Este tipo de materiales según las piedras naturales que utilicemos van a producir diferentes texturas, aunque este tipo de técnicas no se pueden aplicar a todos los tipos de piedras, ya que en algunas ocasiones las podemos deteriorar y echar a perder.
Para seleccionar el tipo de piedra dependerá mucho si lo queremos poner en un lugar con mucho paso o con poco tránsito de personas y si lo queremos poner en un lugar de interior o de exterior.
Con piedra natural podemos construir adoquines, baldosas y losas. Los adoquines son piezas con una forma de pirámide con la base principal plana. Mientras que las baldosas son placas cuadradas o en forma de rectángulo que se combinan entre sí a diferentes tamaños.
Por último las losas son de forma cuadrada o incluso rectangular o también irregulares en cuanto a sus dimensiones.
A la hora de darle el tipo de tratamiento al suelo, como ya hemos dicho, sea pulido, apomazado, abujardado, flameado o serrado, tenemos que tener en cuenta qué resistencia queremos que tengan nuestros suelos.
Porque dependiendo de su resistencia nuestro solado resistirá más o menos a los diferentes agentes atmosféricos, o a las cargas medias. O lo que es lo mismo, al peso que ponemos sobre el suelo.
También habrá que ver qué resistencia queremos que tenga el deslizamiento o si nuestro material es resistente al agua. Por ejemplo necesitaremos un elemento material con un tratamiento resistente al agua cuando hablamos de un local húmedo.
También podemos necesitar en determinados momentos materiales resistentes al fuego. Y también sabemos que la piedra natural podrá ofrecer, además, muchas posibilidades de expresión para que tenga el colorido que le queremos dar, así como el aspecto.
Por eso, a la hora de diseñar un pavimento o suelo debemos tener en cuenta cuatro parámetros fundamentales como son: el despiece, el acabado superficial como hemos dicho, es decir el tratamiento que le damos. Y además el color y también el dibujo o los elementos decorativos que le vamos a dar a nuestro suelo o solado.
Con todos estos elementos, empezando por el tratamiento que le debamos dar a la piedra natural con la que construyamos el suelo, hemos visto cómo podemos diseñar un suelo y la gran variedad de piedras naturales que existen para construirlo.