A la hora de abordar un solado podemos emplear diferentes tipos de piedra como muchos de nosotros sabemos. Si bien es cierto que las opciones pueden ser variadas, la piedra natural es con diferencia una de las protagonistas en este tipo de construcciones. En este artículo te explicamos por qué.
La piedra natural es un material que se emplea desde hace mucho tiempo tanto para revestir escaleras como suelos, sin importar si hablamos de recintos exteriores o interiores.
Nos proporciona grandes posibilidades estéticas y expresivas, que permite combinaciones de todo tipo y color, por lo que ha sido una de las favoritas, esta piedra natural, para las grandes construcciones de la arquitectura en todo el mundo.
Pero por supuesto no es todo estética lo que ofrece este tipo de piedra. La piedra natural además permite una confiabilidad, una durabilidad así como una resistencia muy buena. No olvidemos que la duración técnica de esta piedra es de alrededor de los 80 años.
Por lo que todas estas características hacen de la piedra un material muy positivo para ser expuesta ante diversos agentes atmosféricos, da igual si es lluvia o exceso de calor y sol, no importa si lo ponemos en edificios públicos, en pasillos de tránsito o escaleras.
Además tiene unas cualidades que permiten mantener un bajo coste a la hora de conservarla y de limpiarla, por lo que enseguida nos muestra su rentabilidad económica a lo largo de unos pocos años.
Esta piedra natural para solados la podemos encontrar en baldosas, es decir, placas cuadradas o rectangulares de diferentes tamaños, así como en losas o adoquines.
Aunque también, por otra parte, se pueden encargar además de estas tres que hemos mencionado placas de tamaño libre. Dependerá del caso y de las necesidades de cada construcción.
Según el tratamiento que le demos a la piedra natural tendrá una determinada resistencia a los deslices así como una mayor facilidad, o menor, para su conservación. Hablamos de apomazados, flameados, serrados o pulidos, entre otros.
Estos criterios para la elección de estos tratamientos de tipo superficial no son sólo técnicos, sino que se basan también en aspectos estéticos y económicos. Por lo general hablamos de que en los interiores es más necesario un tipo tratamiento elegante y estético.
Como hemos dicho una de las principales características de la piedra natural es su gran resistencia a los agentes atmosféricos, pidiendo la propia piedra un poco más de espesor de placa en los exteriores para tolerar mejor las diferentes influencias externas.
A su vez tiene una gran resistencia a cargas medias y al agua por lo que es apropiado para locales que se caracterizan por su humedad. También tiene buenas propiedades respecto al deslizamiento e incluso al fuego, y a muy diferentes agentes químicos.
Por lo tanto cabe concluir que la piedra natural es un excelente medio, también rentable en conservación y limpieza, muy recomendable para todo tipo de construcciones y pavimentos.
En Aresan somos especialistas en la fabricación y ejecución de proyectos con piedra natural, si necesita más información puede ponerse en contacto con nosotros sin ningún compromiso.