¿Aún no te decides si tener o no una cocina abierta en tu hogar? Hoy queremos compartir contigo las ventajas y desventajas de las cocinas integradas en el salón para que puedas tomar la decisión más acertada.
El poco espacio que tenemos, es una de las principales razones por las que muchas veces optamos por integrar una cocina abierta en el salón.
Dependiendo de las circunstancias de cada caso, hay personas que a la primera se deciden por hacer una reforma de una cocina abierta. Otras creen que la idea no va con su estilo de vida.
Todo depende de la situación de cada uno.
¿En qué consiste exactamente una cocina integrada en el salón?
Básicamente, es un modelo de la cocina americana. Es decir, es aquella que está unida con el salón o con el resto de espacio de la casa y no está delimitada por las típicas cuatro paredes, como los espacios convencionales que tenemos en nuestras casas.
Sin duda alguna, la cocina abierta al salón es un concepto que ha llegado para quedarse. No solo por dotar de un aire moderno nuestro hogar, sino también porque es ideal cuando queremos que visualmente el espacio se vea más grande.
Sin embargo, como todo en la vida tiene sus ventajas e inconvenientes. Es por eso que hoy queremos contarte más a fondo sobre ello, para que puedas analizar cada aspecto y elegir lo que más te convenga de acuerdo a tus intereses.
Quizás antes de leer este post, te podría interesar tener una noción más cercana en cuanto a los precios para reformar tu cocina. Puedes echar un vistazo por aquí Cuánto cuesta reformas una cocina.
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Ventajas de las cocinas abiertas
1. Más luz natural
A todos nos encanta tener más iluminación en nuestra cocina. Sobre todo, porque cuando de cocinar se trata, lo ideal es estar en un lugar en el que nos sintamos a gusto para darle sazón a nuestros platillos.
Cuando tenemos una cocina abierta en casa, gozamos particularmente de esta ventaja, ya que la luz natural envuelve toda la zona.
Además, está comprobado que la luz influye directamente en nuestro estado de ánimo. Por lo que resulta fundamental contar con ella para que nuestra actividad culinaria sea más amena y cómoda.
2. Ideal para una mejor interacción con los demás y estar al cuidado de los niños
Cuando contamos con una cocina integrada en el salón, tenemos la tranquilidad de poder estar pendiente de los peques sin tener que tenerlos con nosotros en la cocina (sabemos que no es un lugar indicado para ellos).
Además, el espacio abierto nos permite conversar con los demás miembros de la familia y disfrutar de una conversación amena mientras estamos cocinando.
¿Y por qué no? También podemos invitarlos a preparar platos juntos. De este modo, el arte de cocinar se convertirá en una experiencia más enriquecedora.
3. Se convierte en un espacio multiusos
Una gran ventaja de tener la cocina en el salón, es que se convierte en un espacio versátil del que todos podemos aprovechar.
Un ejemplo de ello, podría ser la mesa del comedor.
En este caso, no solo la podemos utilizar para comer, sino también para trabajar, o para que los niños puedan dibujar o hacer sus tareas.
¿Te imaginas disfrutar de una deliciosa taza de café en la barra de desayunos mientras navegas con tu portátil? Pues con una cocina abierta vas a poder hacerlo realidad.
4. Gozarás de más amplitud
Si tiramos las paredes que formaban nuestra cocina, tendremos automáticamente una sensación de amplitud.
Sin los tabiques de separación, visualmente nos envuelve la perspectiva de ver lugares pequeños en sitios más grandes.
Y si a esto le agregamos una decoración donde destaquemos el color blanco, gozaremos de una máxima sensación de desahogo y amplitud.
5. Tendrás un espacio moderno
Sabemos que en la actualidad, las cocinas integradas en el salón representan una tendencia moderna en relación con el diseño y estética.
En Estados Unidos son muy comunes y las vemos en muchos hogares. En cambio en España aún no son muy habituales, por lo que tener una cocina integrada al salón es sinónimo de estar a la moda.
¿Y quién no quiere estar a la última?
Inconvenientes de cocinas abiertas
1. Problema con los olores y el humo
Quizás este es uno de los inconvenientes que más nos detienen a la hora de decidirnos por integrar una cocina abierta en el salón.
Y es que muchas veces, los olores y el humo que se producen cuando estamos friendo algo, se extienden por todo el espacio quedando impregnado en los muebles o las cortinas.
Lo cual no es nada agradable, y ya no se diga si hay visitas en casa. Sin embargo, para estos casos hay algunas soluciones que pueden ayudarte a minimizar el problema.
Te las mostramos:
- Utiliza una buena campana extractora: puede que no elimine los olores al 100%, pero al menos los va a reducir considerablemente y va a desaparecer el humo.
- Usa cristalería para separar la cocina: podría ser una solución para evitar que los olores y el humo se extiendan por todo el espacio.
2. Mucho ruido
Es un hecho que, resulta molesto estar estudiando, trabajando, viendo televisión, o escuchando música y a la vez tener que soportar el sonido que hacen los electrodomésticos que se utilizan en la cocina.
Al integrar la cocina al salón, siempre nos encontramos con este tipo de inconvenientes.
Así que tendremos que pensar en comprar nuevos equipos silenciosos para evitar escuchar habitualmente ese tipo de ruidos que tanto nos desconcentran.
3. Desorden a primera vista
Por lo general, la cocina es uno de los espacios de nuestros hogares donde tenemos que estar en constante movimiento, utilizando diferentes utensilios y alimentos.
Sucede que a veces por las prisas, nos olvidamos de dejar las cosas en cada lugar.
Y es aquí, cuando con las cocinas abiertas al salón son una desventaja. Porque dejamos a la vista todo ese desorden, lo cual podría resultar bastante incómodo.
4. Poca privacidad
Si bien arriba comentábamos que una de las ventajas de tener una cocina abierta era la oportunidad de una mejor comunicación con los demás, esto también podría resultar un inconveniente.
¿Lo puedes creer? Pues sí, habrá momentos en los que deseemos tener nuestro espacio privado para cocinar sin que nadie nos distraiga.
Como ves, la decisión de integrarla o no, dependerá siempre de cada caso particular y de los gustos o circunstancias de cada uno.
Para terminar, tener una cocina integrada en el salón es una ventaja en muchos casos, pero como ya hemos visto también tiene sus inconvenientes. Desde Aresan te asesoramos para que apuestes por la mejor opción.
¡Contacta con nosotros será un placer poder ayudarte!